Ir al contenido

¿Que significó el proceso de regularización jurídico-contable?

  • por

Para llevar adelante la tarea de regularización se trabajó en el proceso jurídico y en el proceso contable en forma paralela y relacionando uno con otro.
Con el objetivo de avanzar en la regularización jurídica, como primera medida debimos acercarnos a la Inspección General de Justicia (IGJ), ente que administra y regula las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), para conocer la situación del Colegio. Así, nos enteramos de una buena y de una mala noticia. La buena, que la personería jurídica, una suerte de DNI de toda OSC, si bien estaba suspendida, no estaba perdida y era plausible de ser recuperada. La mala, que para recuperarla había que reconstruir, por un lado los últimos 9 años de historia institucional relativa al periodo de “hibernación” del CGA, y por otro encontrar y reunificar toda la información de la rica historia de los 35 años del Colegio, que se encontraba perdida y dispersa.
Esto implicó la búsqueda de libros contables e institucionales, la revinculación con las últimas autoridades del CGA, el rastreo de mucha información secundaria y un proceso de reencuentro con la comunidad antropológica con el fin de conocer si la reconstrucción del CGA era realmente una demanda instalada en dicha comunidad.
En el trabajo jurídico nos asesoró y asesora el abogado Gustavo Curcio. Junto con él reconstruimos los materiales jurídicos del periodo de hibernación y conseguimos los avales para la nueva puesta en marcha de la institución y la reactivación de la personería jurídica.
En paralelo, en el trabajo contable nos asesoró y asesora el contador Pablo Muller. En este caso debimos reconstruir la situación contable de los 9 años de hibernación del CGA. Esto implicaba ingresar a un universo distante al de la mayoría de los antropólogos: los números, las columnas, el debe y el haber. Primero tuvimos que contactarnos con el último contador del CGA para buscar diversos documentos, libros contables, balances, etc. Podemos decir que fue -en alguna medida- un trabajo arqueológico, donde tickets y facturas amarillentos fueron ordenados y clasificados a los fines de que nuestro contador pudiera armar cada uno de los balances. Una vez presentados éstos en la IGJ – junto con el material jurídico- dieron lugar a la recuperación de la personería jurídica del CGA.
Todo este proceso constituyo más de un año de trabajo y demandó la energía y dedicación de muchos compañeros del CGA e incluso el aporte de muchos de ustedes que en más de una oportunidad han colaborado desinteresadamente para llevar esta recuperación a buen puerto.
Enhorabuena!